
Por los pelos de papa Hamilton, Hamilton brother, el propio Hamilton y Ron Dennis juntos. Sufró de lo lindo ya que Felipe Massa se lo puso muy complicado en una carrera loca como la película Stanley Kramer. Si Massa ganaba y el británico era como máximo sexto, el brasileño se llevaba el titulo mundial, una carambola que los neumáticos de Timo Glock no quisieron que se diera.
La irregularidad reinante en el último tercio o mitad de la temporada se ejemplificó en la carrera de Interlagos, un circuito muy revirado con una chicanne al final de recta espectacular donde los monoplazas se desplazan a gran velocidad. La salida, una locura, después la lluvia convirtió la pista en una pista de patinaje que acabó con David Couthard que corría su última carrera de su vida deportiva, el escocés no se merecía esa despedida. Tras eso vino el primer error de Glock, aunque mas bien de Toyota, la primera parada del alemán se fue a los 14 segundos y se vio superado por Lewis Hamilton que vio lo que faltaba de carrera de forma muy placentera.
El segundo error vino precedido por la lluvia que hizo acto de aparición en los últimos instantes de carrera, Hamilton se puso nervioso y Vettel que estaba detrás acechó la oportunidad de conseguir una sexta posición muy apetecible. Cuando Sebastian Vettel le adelantó sinceramente pienso que el inglés se pusó muy nervioso pero Glock que llevaba neumáticos de seco que con la que estaba callendo, el pobre se quedó con la miel en los labios y el reciente campeón le superó cuando el mundial expiraba. La alegria de Ferrari se fue inmediatamente a los de McLaren, y la decepción se hizo la nota predominante en el box de los coches rojos.
En este país hubo una alegría enorme porque no ganara Hamilton pero todo se desplomó como un castillo de naipes. La teoría de conspiración fue una teoría creíble hasta que los especialistas de Fórmula uno desmontaron dicha teoría ya que la cantidad de tiempo como por ejemplo Alonso, que realizó una carrera formidable y Pedro De la Rosa.
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